KEVAN
Habían
regresado a la posada nada más finalizar la boda de los príncipes Targaryen.
Todo transcurrió con normalidad y ya cada miembro de la familia Lannister se
encontraba en sus respectivas habitaciones. Suponía que sus hermanos menores ya
estarían profundamente dormidos, pero él prefería retrasar su descanso para
terminar de recoger todo su equipaje. Era algo que Tywin le había inculcado:
cuanto terminara sus obligaciones, antes podría descansar. Imaginaba que su
hermano mayor estaría ocupado con la misma tarea, por lo que su sorpresa fue
obvia cuando escuchó cómo alguien llamaba a su puerta y segundos después era el
propio Tywin quien entraba en su habitación.