TYWIN
Era
el último día del torneo. Tan solo quedaban tres justas: primero se
enfrentarían Ser Barristan “el Bravo”
contra ser Brynden Tully, y después llegaría el turno de Ser Bonifer y Duncan “el Pequeño”.
Los
ganadores de estos combates se enfrentarían poco después en la justa final.
–
¿Pronto? Los torneos de la capital suelen ser más largos que los nuestros.
–
Lo sé, pero…
Tywin
resopló: – Ya volveremos en otra ocasión.
–
¿De verdad? –Preguntó Kevan con los ojos iluminados.
–
Si todo sigue bien, sí. No sabemos lo que nos deparará el futuro.
Curiosamente,
Tywin tampoco sentía deseos de abandonar la ciudad, pero era consciente de los
problemas que podrían surgir en Roca Casterly durante su ausencia. Su deber
estaba en su hogar y no en la capital de los Siete Reinos. Allí no había nada
que lo mantuviera atado, nada de lo que tener que preocuparse.
–
Buenos días, familia.
Tywin
ladeó la cabeza para ver una vez más a sus primos, liderados por Stafford.
–
Esta vez os habéis retrasado vosotros –comentó Kevan.
–
Fue culpa mía –dijo Joanna–. El vestido que lleva la princesa es muy laborioso.
– No es verdad, los Targaryen la tenían encerrada –bromeó Stafford.
–
No digas eso, me tratan de maravilla –argumentó la muchacha mientras reía la
broma de su hermano, al igual que los demás chicos.
–
Venga, sentaros. Aún no ha comenzado el torneo –indicó Kevan.
–
Mi señor… –saludó Joanna al sentarse al lado de Tywin. Éste la miró de soslayo.
–
¿Nunca vas a aprender a decir mi nombre? –Preguntó, provocando la risa de la
joven.
–
Es la costumbre.
–
No tienes remedio –murmuró negando con la cabeza.
Poco
después fijó la vista en el palco real y se sorprendió al ver que, muy cerca de
ellos, había dos personas más que le resultaban conocidas.
–
Vaya, parece que al ser el último día hay más sangre real –comentó el mayor de
los Lannister.
–
¿Te refieres a la princesa Rhaelle? –Cuestionó Joanna.
–
Así es, la hija pequeña del rey.
–
Sí. Ella quería venir antes, pero su viaje por mar ha sido complicado y por eso
se han retrasado tanto –Joanna sonrió al contemplarla–. Es muy bella, como
todos los Targaryen. No creo que haya nadie más hermoso que ellos.
–
Discrepo –musitó Tywin al instante. «Tú
eres más bella que ellos».
–
¿Perdón? –Preguntó Joanna, algo sorprendida.
–
Nada. El chico que está al lado de Rhaelle es su hijo, ¿no? –Preguntó para
obviar el tema anterior.
–
Así es, Steffon Baratheon. Aunque no ha heredado ningún rasgo de su familia
materna.
–
Parece que es cierto lo que los Targaryen afirman. Si no se casan entre ellos, pierden sus cualidades.
–
Aún así la mitad de su sangre es Targaryen, y algún día será el Señor de
Bastión de Tormentas… Es un buen partido –Tywin frunció el ceño al escuchar
aquello.
–
¿Por qué dices eso? ¿Acaso piensas casarte con él? –Joanna rió.
–
No, pero se comenta que está buscando esposa –Tywin bufó.
–
Como si me interesara.
–
¡Ya van a empezar! –Exclamó Kevan de repente.
«Es cierto». Los caballeros que iban a
disputar el primer enfrentamiento ya estaban preparados sobre sus caballos. «Esta mujer me desconcentra». Tywin dejó
escapar una leve bocanada de aire por la boca y se dispuso a prestar toda su
atención en lo que quedaba de torneo.
Tanto
Ser Barristan como Ser Brynden eran dos grandes caballeros muy alabados por sus dotes en la batalla y también en las justas. Nadie era capaz de predecir un vencedor claro en este enfrentamiento.
–
Kevan, ¡apostemos de nuevo! ¡Esta vez no perderé! –Exclamó Stafford con entusiasmo.
En cambio Kevan torció el gesto y miró de reojo a su hermano mayor, quién
negaba con la cabeza
–
¿No dejas que tu hermano apueste? –Preguntó Joanna con curiosidad.
–
No.
–
¿Por qué?
–
Tiene que tomar conciencia de que el dinero es algo serio y no un juego de
niños.
–
Bueno, pero tampoco se juegan mucho dinero –Joanna miró de nuevo a los chicos y
sonrió–. Podréis apostar en la justa final.
–
¡Bien! –Gritó Stafford, apretando el puño mientras Kevan sonreía ilusionado.
–
Gracias prima.
–
No hay de qué –sonrió ella a su vez.
Por
el contrario, Tywin la miraba confundido: –¿Qué clase de hermana mayor eres tú?
–
Una que permite que su hermano menor se divierta –respondió ella con soltura,
sin acobardarse ante la seriedad de Tywin e incluso llegando a sonreírle. Éste
apretó un poco la mandíbula, algo irritado al ver que ella había conseguido lo
que nadie: imponerse por encima de él.
Fue
entonces cuando escuchó el impacto de las lanzas al chocar la una contra la
otra. No se percató de que la justa había empezado y que Barristan venció a Brynden Tully con un certero golpe que destrozó el escudo de su rival,
haciéndole perder el equilibrio.
Todos
lo que se encontraban allí aplaudían al ya famoso caballero, pero Tywin seguía
pensando en lo mismo: «Dichosa mujer… ha
vuelto a distraerme».
Era
una sensación extraña para él, pues le enfurecía comprobar que ella no se
sentía intimidada por su mirada, o que no dudaba en llevarle la contraria. Y,
por si fuera poco, su sola presencia le desconcertaba.
Sí,
le enfurecía saberse inútil frente a ella, mas no podía dejar de mirarla. «Es demasiado guapa… debe ser por eso»,
se decía a sí mismo.
La
siguiente justa no le pilló desprevenido y pudo observarlo todo atentamente,
aunque el combate entre Ser Bonifer y Duncan “el Pequeño” tampoco fue largo. En el primer golpe ambos lograron
mantenerse sobre sus caballos, pero en el segundo fue Ser Bonifer quién se
impuso con autoridad ante el primogénito del rey.
La
final sería entre Ser Barristan y Ser Bonifer.
–
Está claro quién ganará –comentó Stafford con autosuficiencia–. Aún así te
dejaré elegir a ti primero, Kevan. Te ofrezco esa ventaja.
–
Pues… –el joven se mantuvo un rato pensativo, mirando a ambos caballeros con
atención–. Apuesto por Ser Bonifer –dijo finalmente con convicción, aunque
todos los demás quedaron impresionados por su decisión.
–
Kevan, por todos los dioses –empezó Tywin–, te estás jugando “tu” dinero… ¿Has
pensado bien lo que acabas de decir?
–
Claro, creo que ganará Ser Bonifer –volvió a repetir, mirando a su hermano con
inocencia. Tywin puso los ojos en blanco y resopló, maldiciendo interiormente a
Joanna por haber permitido que los muchachos apostaran.
–
Vaya, no imaginaba esa apuesta pero… ¡mejor para mí! –Proclamó Stafford–.
Apuesto por “el Bravo”.
–
Perfecto –indicó Kevan sonriendo.
«Maldita sea, encima se ríe», maldecía
Tywin al escuchar la risa de Joanna.
Los
dos caballeros estaban ya preparados, cada uno en un extremo. El silencio era
tan abrumador que casi podían escuchar la respiración de los caballos. Hasta
que, al fin, empezaron a cabalgar y el público comenzó a aclamar sus nombres.
Cada vez más cerca… Ambos colocaron sus lanzas, yendo cada vez más y más rápido.
Y
de nuevo aquel sonido: una lanza que impactaba contra el escudo, la madera rota
y el relincho de los caballos. Un hombre en el suelo y otro a caballo. «No puedo creerlo».
Sin
duda, el más impresionado de la familia Lannister era Stafford, mientras que
Kevan volvía a sonreír como el día anterior.
–
Ha ganado Ser Bonifer –musitó Joanna, como si tampoco fuera consciente de lo
que acababa de pasar.
–
¡Es injusto! –Se quejó Stafford–. ¡Siempre pierdo!
Finalmente,
Ser Barristan consiguió ponerse en pie y pudo estrechar la mano de su
rival, felicitándole por la victoria.
Ser
Bonifer seguía sobre su caballo, cabalgando con lentitud para saludar al
público que no dejaba de aplaudir mientras él se dirigía hacia el trofeo que
todo ganador recibía: una corona de rosas.
–
Tiene que proclamar a la Reina del Amor y la Belleza –susurró Joanna, la cual
se agarraba las manos con fuerza, como si estuviera preocupada.
–
Joanna… ¿ocurre algo? –Preguntó Tywin.
Ella
solo negó con la cabeza aunque sus ojos no decían lo mismo. «Algo va mal… está muy tensa, algo le
preocupa». Tywin volvió la vista hacia el ganador del torneo y comprobó que
éste ya había bajado del caballo. Sostenía la corona de flores entre sus manos
y caminaba decidido hacia el frente.
Hacia
el palco real.
El
Lannister también se sorprendió al presenciar aquello. El caballero se
reverenció ante los Targaryen como si pidiera permiso para lo que estaba a
punto de hacer. Subió los escalones que separaban el palco real de las arenas y
se dirigió hacia Rhaella Targaryen. El rey Aegon V hizo el amago de levantarse
para detener aquello pero, curiosamente, permaneció sentado mientras observaba
como aquel hombre coronaba a su propia nieta.
Bueno, bueno, bueno... de nuevo repertorio y, lo mejor, esa Joanna que empieza a imponerse a un Taigüin que se siente atraído. Estoy fangirleando mucho añdfjañlsdjfalkñsjfñkas Me ha gustado cómo nuestro chico se distraía y se cabreaba por ello. Muy fan de Joanna.
ResponderEliminar¡Quiero más!
Jajaja, sí, ha sido un capítulo muy completo, avanzando un poco más en esa relación que hay entre Tywin y Joanna.
EliminarMe alegra que seas fan de Joanna, es la que más me cuesta a la hora de escribir, así que ver que ya tiene admiradores es un buen punto xD
Es que es muy resuelta. Y hacer frente a Taigüin con tanto descaro la hace muy querible e.e
EliminarY tanto, no duda en plantarle cara e.e
Eliminarakjdkhajdkajkhdskadkjhs Tywin "perdiendo los papeles" jashdahsdkhad ¡Por favor! ¡Lo tiene hechizado! ^^ Bravo por Joanna que no se intimida ^^
ResponderEliminar¡Me ha encantado!!!
Se siente muy atraído por ella, así que pierde los papeles a cada segundo y como ves se cabrea, jajaja.
EliminarMuchas gracias por comentar! :D
Me ha encantado. Lo que ocurre y cómo lo describes, se podía ver el torneo aún sin verlo.
ResponderEliminarY la relación que se empieza a forjar entre ellos aunque todavía no la tengan. Se palma lo que sienten.
Le estás dando un alma a Tywin que no le habíamos visto aún cuando la intuyéramos.
Perdona que hoy no sea muy expresiva. Ya andaba tocada y vengo de leer el fic de Athena. Ahora mismo estoy llorando y no soy capaz de expresarme con claridad.
Me ha gustado muchísimo. Gracias.
Cristina.
Espero que ya estés mejor, nena. Así podrás fangirlear como es debido cuando publique el siguiente capítulo ^^
EliminarMe gusta ver que consigo transmitiros los sentimientos de Tywin en este fic. Tanto en el libro como en la serie se nota que no es un hombre de sentimientos, así que el hecho de verle tan atraído por una mujer impacta.
Espero que más adelante os vaya transmitiendo más cosas ;)
Un besazo y muchas gracias por leer y comentar, guapa <3 Muakka
Oiga señorita, entro sólo para decir: QUIERO MÁS, porfa.
ResponderEliminarGracias a ti por escribirlo <3 <3 <3 <3
Te prometo estar mejor para el próximo.
Cris <3
Ahora mismo estoy escribiendo un poco, amiga ;)
EliminarEspero tardar poco en publicarlo, que ya os debo nuevos capítulos para que fangirleéis jeje.
Un besazo preciosa, me alegra mucho que ya estés mejor!