Fanfic que recrea la juventud y el ascenso de Tywin Lannister al poder. Está basado en la saga de libros "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, por tanto ni los personajes ni los lugares me pertenecen.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Capítulo 17

GENNA

Abrió los ojos levemente y observó que ya había amanecido. Quiso darse la vuelta para poder desperezarse pero se encontró con un obstáculo… Un obstáculo que roncaba.

– Emmon, fuera de la cama –dijo con severidad aunque algo adormilada.

La única respuesta que recibió fue otro ronquido, lo cual crispó sus nervios.

– Un esposo vago, ese ha sido mi regalo –bufó, propinándole poco después una patada a su marido, haciéndole despertar al instante.
– ¡Auch! –Se quejó el muchacho, mirándola algo desconcertado–. ¿Pero qué…?
– Que te largues –volvió a ordenar Genna, empujándole para echarlo del lecho.

El chico cayó al suelo, emitiendo un leve quejido. Aún así se levantó con rapidez, mirando a su esposa con cierto temor por lo que ella pudiera hacer o decirle. Genna suspiró y se sentó sobre el lecho, observando el cuerpo desnudo de su marido. «Dioses, ¿qué he hecho para merecer esto?».

– Haz el favor de vestirte o me nublarás la vista –comentó ella con sarcasmo.

Emmon obedeció con rapidez. De hecho acataba todas las órdenes de Genna como si ella fuese el mismísimo diablo. Pero eso era algo que ella adoraba: se sentía superior a él.

– Ah, y dile a las doncellas que me preparen un baño –le ordenó, como si fuese su criado personal. Él solo asintió antes de salir de aquella estancia.

«Me tiene tanto miedo que ni siquiera se atreve a mirarme». Genna se levantó y miró su cuerpo desnudo. «Ni a tocarme». Sonrió de lado y se acarició uno de los pechos, bajando luego por su costado hasta sus prominentes caderas. Se sentía atractiva, poderosa… era una sensación placentera, como si no existiera nada en el mundo que ella no pudiera conseguir. Era una mujer guapa, inteligente y proveniente de una de las familias más importantes de Poniente. Lo tenía todo. «Salvo un esposo…».

El día que la prometieron con Emmon era tan solo una niña y no comprendía lo que la palabra matrimonio significaba realmente. Con el paso de los años tomó conciencia de ello y supo que Walder Frey le había ganado la partida a su padre al aceptar esa unión. Aquello la enfureció, pero quiso darle una oportunidad a aquel chico desgarbado que iba a convertirse en su esposo. Tampoco podía negarse, así que qué menos que esperar para verlo.

Mas aquella pequeña esperanza fue siempre una falsa ilusión. Soñaba al pensar que Emmon podría llegar a ser un hombre fuerte y valeroso, que creciera al igual que sus hermanos… Pero resultó que hasta Gerion, que era doce años menor, parecía más hombre que él.

– ¿Os encontráis bien, señora? –Preguntó una de las doncellas mientras la bañaba.
– Claro, ¿por qué preguntas?
– Tenéis un moratón en el muslo, señora.

Tenía razón: una ligera mancha oscura marcaba su blanca piel. Genna sonrió al recordar cómo se había hecho eso.

– No te preocupes, son consecuencias de las noches con mi señor esposo.  A este ritmo no tardaré en quedarme embarazada.

Todas las doncellas se sonrojaron y ninguna volvió a preguntar más sobre el tema. «Ingenuas», pensó Genna sonriendo.

Lo cierto es que Emmon apenas la tocaba. No porque no se sintiera atraído, sino por el miedo de verse rechazado y ridiculizado por ella. Las únicas veces que habían yacido juntos había sido por orden de ella. «Es mi esposo y ni siquiera cumple como tal. No sé cómo pretende tener herederos si no actúa como un hombre», pensó a la vez que chasqueaba la lengua, asqueada.


De lo único que se arrepentía era de haberle regalado a él su virginidad. Siempre sintió que ella era una gran mujer y, por tanto, merecía que un hombre de mejores características fuera el que la hubiera convertido en mujer. «Pero tuvo que ser él», bufó al recordar. Aunque tenía claro que Emmon no sería el único hombre de su vida. De hecho, ese moratón revelaba que su marido no era el único que ocupaba el lecho de su esposa.

«Si él no sabe complacerme tendré que buscar a otros que sí lo hagan. Es tan estúpido que nunca se enterará… y si lo hiciera dudo que tenga una pizca de valor para recriminarme», pensaba mientras la ayudaban a vestirse. En ese momento escuchó cómo alguien iba corriendo por los pasillos, riendo y gritando el nombre de Genna. «Gerion».

Al pequeño se le notaba feliz y eso también la hacía sonreír a ella. Su hermano menor era una alegría constante, nunca dejaba de sonreír, y a ella le enternecía tener a un hermano como él. Nada más salir de la habitación, Gerion se abrazó a ella.

– Hola hermanita –dijo abrazado a su cintura y sin dejar de sonreír.
– Hola pequeño –ella también sonrió y aprovechó para acariciar el pelo de su hermano–, ¿ya os vais?
– Sí, solo falta padre por bajar. ¿Por qué no vienes con nosotros? –Preguntó mirándola a los ojos con pena.
– Alguien tiene que encargarse de los asuntos de la Roca… y no voy a dejar que lo haga el tonto de mi esposo –ambos empezaron a reír.
– Bueno… te echaré de menos.

Genna volvió a sonreír y besó a su hermano en la mejilla. Luego bajó junto a él para despedirse del resto de su familia. El carruaje en el que irían su padre y sus hermanos menores ya estaba preparado, mientras que Kevan y Tywin se encontraban de pie junto a sus respectivos caballos, listos para montar.

– Todos me abandonáis –bromeó Genna.
– Así son las bodas reales –dijo Kevan.
– No podemos fallar a nuestros futuros reyes –añadió Tygett.
– No mintáis, a vosotros no os interesa la boda, solo queréis ver la capital –Kevan y Gerion rieron, incluso Tygett dejó escapar alguna carcajada.

Tywin negó con la cabeza y miró hacia la lejanía, como si no quisieran que vieran su rostro en ese momento.

– Yo pensaba que Tywin se quedaría aquí conmigo –dijo la chica para ver si su hermano reaccionaba–. ¿No decías que odiabas esa ciudad?

El joven se giró lo justo para que ella pudiera ver su rostro y, aunque no sonreía, parecía feliz.

– Tengo unos asuntos pendientes en la capital, hermana –respondió finalmente.

6 comentarios:

  1. ¡¡Me encanta!! Genna tiene al marido "acojonao" xDDD ¡Que mujer! jajaja

    Bueno bueno...Bodorrio is coming....

    "Tengo unos asuntos pendientes en la capital" akjbdjaghdjhahgdjadjhagdjagdjahdgja

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    1. Sí, acojonao es la palabra clave, jajajaja. Esta mujer es una diosa, a mí me chifla.

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  2. Las Lannister son mujeres de armas tomar, qué crack es Genna. Lo que me he reído cuando ha tirado al marido de la cama, jajaja...

    Y Tywin hgdasfhljgdasfhh qué pillo...

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    1. La verdad es que no se sabe de ninguna mujer Lannister que sea más "débil" xD No había caído en ello pero ahora que lo dices es cierto ;)

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  3. Que calzonazos es el marido xD me encanta!
    Tywin va a lo que va *cejas*
    He leído el de Duncan también, mi pobre madre :´( jum
    Dan ganas de leer esa boda xD
    Sigue así

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    1. Menuda pareja hacen esos dos, cuando salgan en la serie me voy a reír mucho xD

      Tu madre está destinada a sufrir, qué remedio T^T La culpa es de Martin, jaja.

      Bodorrio is coming!

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