Fanfic que recrea la juventud y el ascenso de Tywin Lannister al poder. Está basado en la saga de libros "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, por tanto ni los personajes ni los lugares me pertenecen.

jueves, 30 de abril de 2015

Capítulo 36

KEVAN

Había pasado más de una semana desde el regreso de Lord Tytos a la Roca, el cual se fue junto a su primogénito y volvió sin él. A Kevan en un principio le extrañó ver que Tywin no regresaba junto a su padre, aunque poco después pensó que la causa de su ausencia podría ser Joanna. Nada más lejos de la realidad.

– Está realmente cabreado –le comentó a sus hermanos mientras leía la carta que acababa de llegar–. Solo sabe criticar, principalmente a Steffon. Dice que es obtuso, zopenco, lerdo, inepto,… –tuvo que parar de leer por la risa–. Se ve que se lleva a las mil maravillas con él.
– ¿Cuánto crees que aguantará allí? –Le preguntó Tygett, mostrando su chulesca sonrisa.
– A este paso, muy poco –comentó Kevan, divertido–. Se queja de todo y asegura que su deber está aquí y no en la capital.
– No, no, de eso nada. Cuando le contestes dile que estamos perfectamente. A ver si es posible que no aparezca durante una buena temporada –expresó Tygett.
– Qué malvado eres…
– Venga, no te engañes a ti mismo, seguro que tú también quieres un poco de tranquilidad sin él y sin su maldita rectitud. Y así podremos demostrar que nosotros somos algo más que “los hermanos de Tywin Lannister” –dijo con sorna y algo molesto.
– Veo que aún te incordia ese pensamiento general.
– Por supuesto, ¿a ti no? –Kevan se encogió de hombros.
– Es nuestro hermano mayor, lógico que la mayoría lo trate como al más importante de todos nosotros.
– Como si nosotros no fuésemos nada, querrás decir.
– No creo que sea para tanto –dijo Kevan mostrando una leve pero amable sonrisa.
– ¡Claro que lo es!
– Exageras, además aún eres muy joven. Ya llegará tu momento para demostrar si eres mejor que Tywin.
– Todos me decís lo mismo –murmuró un renegado Tygett.
– ¡Basta ya los dos! –Gritó una malhumorada Genna, que hasta ese momento había estado jugando con Gerion.
– Pero bueno, ¿a ti qué te pasa? –Le increpó Tygett–. Llevas unos días de lo más insoportable, ni sé cómo tu esposo te soporta.

Genna estaba dispuesta a soltar una retahíla de amenazas a su hermano menor, pero entonces observó que Kevan hacía grandes esfuerzos por contener la risa.

– ¡¿Y a ti se puede saber qué te hace tanta gracia, maldito inútil?!

A Kevan se le borró la sonrisa de inmediato, todo lo contrario que a Gerion, que comenzaba a reírse al ver la expresión de enfado de Genna.

– Realmente estás de muy mal humor, ¿qué te pasa? –Preguntó Kevan lo más sosegado que pudo.
– ¿Por qué infiernos me tiene que pasar algo a mí? Sois vosotros los que me tenéis harta con vuestras tonterías, ¡y encima queréis que parezca que soy yo la loca!
– No es que lo parezca, es que… –Kevan quiso calmarla un poco, pero fue Tygett quien finalizó la frase por él.
– Es que realmente estás loca –concluyó.

Genna golpeó la mesa con los puños y se levantó de golpe, reflejando una ira que resultaba exagerada hasta para una persona como ella.

– Así que estoy loca, ¿eh? –Murmuró Genna, acercándose a Kevan y agarrándole del jubón en un gesto totalmente intimidatorio.
– ¿Pero qué haces? –Preguntó Kevan, totalmente sorprendido y apartando la mano de su hermana. Tygett se hallaba quizás más desconcertado que su hermano, pues lo lógico era que Genna hubiera ido a por él y no a por Kevan. 
– ¡Ni se te ocurra volver a llamarme loca o te aplasto la cara!
– ¡Fue Tygett el que lo dijo, no yo! ¡Aunque empiezo a pensar como él!

La joven alzó la mano, más que dispuesta a golpear a su hermano, hasta que vio a alguien que todavía le molestaba más.

– Oh, ¡la que faltaba para el cotarro!
– Quieres bajar la voz –le recriminó Kevan con dureza.
– Ni en broma, ¿quién se ha creído que es para entrar aquí como si ésta fuese su casa? Maldita furcia –maldijo entre dientes.

Después de decir aquello, Tygett tampoco pudo evitar la risa, por lo que acompañó a su hermano Gerion en aquellas sonoras carcajadas. Kevan le miró con reproche, ya al borde de perder la paciencia.

– ¿Qué? –Preguntó Tygett entre risas–. No me mires así, ella tiene razón: es una puta.

Genna alzó la cabeza con suficiencia y sonrió, como si se sintiera poderosa al ver que uno de sus hermanos compartía su opinión. Pero poco duró la tranquilidad, pues aquella mujer se acercaba a ellos y precisamente fue Genna la primera en percatarse.

– Maldita, tiene la poca decencia de venir hacia aquí a enturbiar nuestro ambiente. Se va a enterar de lo que vale una Lannister.

Kevan logró pararla antes de que cometiera una locura y, sin soltar su brazo, se dirigió a su hermano Tygett.

– Haz el favor de cuidar de Gerion y comportaros como es debido –le pidió.
– ¡Suéltame! –Gritaba Genna, que intentaba zafarse del agarre de su hermano.
– ¿Y por qué debería hacerlo? –Preguntó Tygett, divertido por la situación que estaba presenciando, pues Genna incluso llegó a tirar del pelo de Kevan para que éste la soltara.
– ¡Tygett, no me lo pongas más difícil! –Dijo Kevan, sumamente crispado.
– ¡He dicho que me sueltes! –Insistía Genna.
– ¡Estate quieta de una vez! –Gritó Kevan a la vez que lograba sujetar las dos manos de Genna. Por suerte para él, continuaba siendo más fuerte que su hermana.
– Si fuera yo, la soltaba –murmuró Tygett–. Me gustaría ver cómo destroza a esa fulana.
– ¡Así se habla, hermanito! –Exclamó una Genna mucho más entusiasmada mientras Kevan resoplaba.
– Haz el favor de hacer lo que te he pedido, Tygett. Al menos por una vez en tu vida –le ordenó Kevan con furia–. No estoy para bromas.

Finalmente Tygett suspiró y asintió: –Está bien.
– Oh, ¡aguafiestas! ¡Sois unos cobardes! –Gritaba Genna a la vez que Kevan tiraba de ella para sacarla de allí.
– Vámonos antes de que montes un espectáculo –decía Kevan sin soltar a su hermana.
– Eso sería divertido, ¿verdad? –Preguntó la chica sonriendo, a lo que Kevan enarcó las cejas y resopló. Intentaba por todos los medios evitar a la dichosa mujer que tanto irritaba a Genna, pero parecía que ambas estaban deseando compartir algunas palabras.
– Chicos, ¿ocurre algo? –Preguntó la mujer.
– Nada que te concierna, pu… –Kevan tapó la boca de su hermana con la mano antes de que ésta empezara despotricar.
– Nada, no pasa nada –contestó el chico–, sólo acompañaba a mi hermana a sus aposentos. Parece que no se encuentra bien.
– Vaya, espero que no sea nada grave. Se echa en falta tu presencia cuando no estás –dijo aquella joven, sonriendo. Genna quiso contestar pero le fue imposible porque Kevan no apartó la mano de su boca, por lo que sólo se escuchó un sonido ininteligible.
– Sí, tenéis razón –dijo Kevan, fingiendo una amable sonrisa–, Ahora si nos disculpáis…

Kevan prácticamente sacó a su hermana a rastras de allí. Estaba harto de tanta falsedad y de tanta discusión. Y sobre todo estaba harto del comportamiento de Genna, que últimamente era más irascible de lo normal, lo cual ya resultaba hasta difícil de creer.

– Bueno, ya está bien –dijo con rabia al llegar a una de las habitaciones–. ¿Puedes explicarme de una buena vez qué te pasa? –Le preguntó nada más cerrar la puerta.
– ¿A mí? ¿De nuevo vuelves con ésas? ¡Ya te he dicho que no me pasa nada! –Contestó bastante alterada.
– Eso no se lo cree nadie, llevas unos días que mejor ni verte.
– Será por esa maldita furcia, me hierve la sangre cada vez que la veo por aquí como si tal cosa.
– Tendrás que aguantarte, es decisión de padre que esa “susodicha” se quede en la Roca.
– Sí, una decisión que ha tomado al ver que Tywin estará una larga temporada alejado de casa. Valiente nuestro padre, ¿eh? Yo le daba un par de sopapos que seguro le hacían reaccionar.
– Bien, al menos me alegro de no ser el único blanco de tus amenazas… –Kevan no pudo terminar la frase, pues Genna se abalanzó de nuevo sobre él, agarrando su jubón.
– Tienes que decirle a Tywin que vuelva –le murmuró con seriedad y furia contenida–, él sacará a esa puta de nuestra casa.
– Sabes tan bien como yo que no podría hacerlo.
– ¡Sí que puede!
– ¡No! Son órdenes de nuestro padre, es su voluntad y su deseo. Ninguno de nosotros puede oponerse a eso, ni siquiera Tywin. ¿O acaso pudo evitar tu boda?

Genna aflojó su agarre nada más escuchar aquellas palabras, aunque la ira de su rostro aumentó considerablemente.

– Gracias por recordármelo, malnacido –Kevan cerró los ojos y respiró hondo. A esas alturas ya no le sorprendían los insultos de su hermana. «Quizás diga la verdad y se comporta así porque esa mujer altera sus nervios… ¿pero por qué lo paga todo conmigo?»
– Mira, Genna –comenzó a explicar con serenidad–, no voy a decirle a Tywin nada de esto, y espero que tú tampoco lo hagas –añadió con rapidez al ver que su hermana estaba a punto de replicar–. Si se enterara de algo vendría en seguida, como es lógico en él, pero lo único que conseguiría es desesperarse tanto como tú, o quizás más –Genna alzó las cejas ante tal afirmación.
– ¿Tú crees? ¿Más que yo?
– Bueno, quizás esté exagerando, lo tuyo es insuperable –admitió Kevan–, pero sin duda tendría un humor de perros, y ya tengo suficiente contigo. No necesito a otro más.
– No sé si eres consciente de que con cada palabra que sale de tu boca, mi mano está peligrosamente más cerca de estrellarse contra tu bonita cara.
– Sí, ¿verdad? Me estoy arriesgando demasiado –tal y como le había advertido, Genna hizo el amago de abofetearlo, pero esta vez Kevan estuvo más rápido y agarró la muñeca de su hermana antes de que ésta llegar a su destino–. Como te iba diciendo, no quiero que Tywin se entere porque no quiero que vuelva a casa. Su destino está ahora en Desembarco.
– ¡¿De qué mierdas me estás hablando, Kevan?!
– Su futuro está ahora allí, no aquí. ¿No te das cuenta? El mismo Aerys lo ha elegido como su compañero de armas. Conseguirá mucho más permaneciendo allí que aquí, donde sólo puede ver como nuestro padre cede a sus debilidades
– De verdad que no te entiendo –dijo Genna, soltándose del agarre de su hermano–. Creía que Tywin y tú erais inseparables. ¿No le echarás de menos? ¡Porque yo sí!
– Por supuesto que sí, pero ahora mismo le necesitamos más allí que aquí. Él sabrá apañárselas bien, siempre lo ha hecho. Podrá recuperar algo del prestigio que ha perdido esta familia.
– ¿Estás seguro de que le ocultarás esto por la familia y no por lo que te dijo Tygett antes?
– ¿Me estás hablando en serio? Por los dioses, Genna, yo no soy como Tygett. Entiendo la frustración de nuestro hermano, pero yo ya conozco mi lugar aquí y sé que Tywin es superior a mí, en todos los aspectos. Por eso mismo no existe nadie mejor que él para ese puesto en la corte.

La chica meditó durante un momento aquellas palabras, en silencio, hasta que finalmente cedió: –Puede que tengas razón… ¿pero y la puta? ¿Qué hacemos con ella? –Kevan encogió los hombros ante esa pregunta.
– Nada –respondió.
– ¿Nada? ¡¿Cómo que nada?! –Inquirió la joven.
– No podemos hacer nada, sólo aguantarnos y procurar que esto no vaya a más –Genna resopló y dejó caer las manos.
– Tú verás lo que haces, inútil, eso sí, no creas que si me cruzo con ella de nuevo voy a quedarme callada como si no pasara nada. Eso tenlo claro.

La chica salió de aquella habitación dando un portazo, algo muy habitual en ella últimamente. Kevan entornó los ojos y suspiró, aliviado al ver que había logrado convencer a su hermana, pero sabiendo que aquella temporada sin Tywin iba a ser muy larga.

– No esperaba menos de ti, hermanita –murmuró para sí mismo.

6 comentarios:

  1. Me encantan los ovarios de Genna, ¡olé ahí! Me he reído mucho con este capítulo :)

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    1. Jajaja, ¡buena señal! Aprovecho mucho la presencia de Genna para darle un toque de humor, pobre Kevan, ¡lo que tiene que aguantar!

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  2. Ole y ole las mujeres de la casa Lannister, jajaja. A ver quién es el valiente que se le enfrenta. Me encantan tus cambios de escenario, no me esperaba volver a la Roca sin Tywin y ha sido una sorpresa guay. A lo mejor estoy loca... ¿Puede ser que además de lo que la molesta esa mujer esté embarazada? Cada capítulo me gusta más que el anterior, y eso que el otro también me gustó muchísimo con los Baratheon presentes. Tengo muchas muchas ganas de saber qué pasa. Mil gracias por este regalo. No tardes mucho para el próximo, porfi.

    Cris.

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    1. Cualquiera se mete con la única mujer de los hermanos Lannister ¡tiene para dar y repartir! Y bueno, visto que ni Martin ni la HBO deciden sacar Roca Casterly, aquí estoy yo para trasladaros de vez en cuando a esta bonita región de Poniente, jajajaja.

      Me alegra que cada capítulo te esté gustando más, eso para mí es todo un logro. Intentaré no hacerte esperar mucho, lo prometo ;)

      Gracias por leer y mil más por comentar, cachorra ^^

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  3. ha estado genial :)) Dios que risa con Genna :''D

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