Fanfic que recrea la juventud y el ascenso de Tywin Lannister al poder. Está basado en la saga de libros "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, por tanto ni los personajes ni los lugares me pertenecen.

sábado, 11 de mayo de 2013

Capítulo 6


GENNA

Año 257 AL

Solo le quedaba una semana, una única semana de libertad. Después se convertiría en una mujer casada. Dejaría de ser una Lannister para ser una Frey. «No, eso nunca. Jamás seré una Frey. Mi nombre es Genna Lannister, y así será hasta el día de mi muerte. Ningún hombre podrá cambiar mi apellido

Sus doncellas la ayudaban con el vestido de novia. Llevaban probando telas desde hacía dos meses, justo después de que le llegara la sangre de la luna por primera vez. «Estaban deseando que sangrara para entregarme a esa sucia comadreja. Creen que las mujeres solo servimos para parir y dar hijos a nuestros esposos. Les demostraré cuan equivocados estaban conmigo.»

El vestido era de marfil, con muchos detalles dorados en honor a su casa. Se veía preciosa cada vez que se lo probaba, aunque sus ganas de destrozarlo tampoco desaparecían. Por muy bonito que fuera seguía siendo el traje que luciría el día de su boda. Eso no podía ilusionarle en lo más mínimo.

– Ya está listo, mi señora –dijo una de sus doncellas cuando terminó de dar los últimos retoques–. ¿Qué os parece?



Genna volvió a mirarse al espejo, girando su cuerpo para tener una mejor visión de sí misma. Había crecido bien. Aún era muy joven pero sus pechos habían aumentado notablemente, al igual que sus caderas. Le gustaba ver como aquella tela marcaba sus generosas curvas, se veía atractiva. «Lástima que sea un inepto el que vaya a desposarme.»

– Es perfecto –contestó finalmente–. Realmente precioso.

Miró su propio rostro en el espejo y notó una mirada dura en sus orbes esmeralda. «Soy una leona, no dejaré que nadie me doblegue.»

Alguien llamó a la puerta en ese momento, por lo que todas se giraron para ver de quién se trataba. Una voz masculina se escuchó tras la puerta que aún se mantenía cerrada: – ¿Genna? Las doncellas contuvieron la respiración al comprobar que era un hombre el que estaba pidiendo permiso para pasar.

– Mi señor, ningún hombre puede ver a la novia hasta el día de su boda –dijo una de ellas.
– Es mi hermano –protestó Genna–, tiene derecho a visitarme si él lo desea.
– Pero mi señora…
– Basta. Marchaos y dejadle pasar.

A las mujeres no les quedó más remedio que obedecer. Abrieron la puerta y fueron saliendo una detrás de la otra hasta que al fin se quedó sola en aquella habitación. Pocos segundos después fue su hermano mayor el que entró, cerrando de nuevo la puerta.

– Estás preciosa, hermana –dijo tras un momento de silencio.
– Quizás demasiado si tenemos en cuenta quién es el novio–. Su hermano la miró con cierto reproche por decir eso, pero ella no pudo evitar reír–. ¿Qué haces aquí, hermano? Sabes que no podías visitarme.
– Quería verte con tu vestido de novia, solo eso. –Genna suspiró y miró a su hermano, el cual caminaba hacia la ventana con gesto solemne.

Tywin también había crecido. Era mucho más alto y seguramente llegaría a serlo mucho más. Genna tenía la impresión de que sería el más alto de todos sus hermanos, y también el más fuerte. Los años de entrenamiento y práctica con la espada le habían convertido en un hombre, aunque solo contara con quince años. Su señor padre había querido enviarle como pupilo a otra casa importante de Poniente, pero Tywin se negó en rotundo. Permaneció siempre en Roca Casterly, en su hogar.

– Siento que tengas que casarte con ese chico –murmuró sin dejar de mirar el mar a través de esa ventana.
– Tú no debes disculparte, no fue tuya la decisión.
– No me estoy disculpando… es solo que esta boda me enfurece.

El joven suspiró y apoyó las manos en el alféizar de la ventana, inclinando su cuerpo levemente hacia delante. Genna caminó hasta quedar al lado de su hermano, fijándose mejor en la expresión de su rostro. Acercó su mano hasta el pelo del chico, acariciando suavemente aquellos rizos dorados que brillaban a la luz del sol, al igual que los suyos propios. Tywin giró la cabeza para mirarla al sentir aquella caricia.

– ¿Has visto la capa que llevaré? –Preguntó Genna de repente, provocando que su hermano la mirara confuso. Finalmente, le negó con la cabeza–. Es mucho más bonita que el vestido –añadió Genna, apartándose de la ventana.

Se dirigió hacia uno de los baúles que tenía en su habitación y empezó a buscar bajo la atenta mirada de Tywin, quién aún permanecía en silencio. Unos segundos después la chica se puso en pie, con una capa perfectamente doblada sobre sus manos.

– Ten –le dijo la joven, acercando la capa a su hermano.

Éste emitió un leve suspiro antes de tomar aquella tela y desplegarla ante sí. Era larguísima y completamente roja, a excepción del león dorado que estaba bordado en el centro.

– Sí, tienes razón –confirmó finalmente después de permanecer unos segundos en silencio.
– Es la misma que llevó madre el día de su boda con padre.
– Entonces es aún más bonita.

Tywin pasó una mano por aquel león, palpando con sus dedos las hebras de hilo dorado. Parecía que incluso iba a sonreír pero se mantuvo regio, sin mover los labios en ningún momento.

– Es una pena que te la vayan a quitar por esa sucia capa Frey.
– Yo siempre llevaré esta capa, hermano –dijo Genna con firmeza.
– ¿A qué te refieres? –Le preguntó extrañado.
– Siempre seré una Lannister –respondió mientras seguía mirando la capa–. No importa quién sea mi esposo, yo seguiré siendo una leona de Roca Casterly y permaneceré aquí. Jamás me marcharía a Los Gemelos.
– ¿Y crees que él hará todo lo que le pidas?
– Oh, por supuesto. Es un inepto que se deja manipular con facilidad.

El chico hizo otra vez el amago de sonreír, pero en vez de eso dirigió su vista nuevamente al mar, con la capa roja entre sus manos.

– ¿Se te ha olvidado sonreír, hermano?
– ¿Acaso la sonrisa es importante? Aquí no ha habido nunca una sonrisa. Solo las usan para manipular a nuestro padre. Y las risas solo sirven para mofarse de él. ¿Qué hay de bueno en ello?

Tywin cerró los ojos, agarrando con fuerza la capa Lannister. Genna percibió aquello, por lo que acercó una de sus manos hasta la de su hermano, ejerciendo una leve presión.

– Te agradezco lo que hiciste ese día –confesó la muchacha.
– No sirvió de mucho.
– Para mí sí. Toda niña necesita de un hermano mayor que la proteja.

9 comentarios:

  1. Qué seriote ese Tywin teen e.e A ver si ve a Joanna ya y se le caen los calzones al suelo, jajaja (sorry)

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  2. ois ois ois! que cuco Tywin con su hermanita!! #MueroDeAmor jeje ^^

    Joanna me cae muy bien, y es toda una leona; que se prepare el marido jaja.

    ... el pelo de Tywin, suspiros ...amagos de sonrisa...BOOM asdkjhkajhdjkad jaja

    Me ha encantado el capi. Sigue así. * se quita el sombrero imaginario* ^^

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    1. Yo estoy deseando ver a Genna soltándole algún disparate al marido, jajaja.

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    2. Jajaja, Genna le dirá más de un improperio a su marido, ella es así xD

      Me alegra mucho que os guste. Tywin dentro de poco gesticulará un poquito más e.e

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  3. cagada: He puesto Joanna, quería decir Genna xD

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  4. Ole las narices de la Leona, esta fue una feminista de sus tiempos. Muy fan de ella, yo si pudiera tampoco cambiaba el Lannister por el Frey.

    Me gusta MUCHO el fic y estoy deseando leer la boda y el encamamiento, demasiada mujer para ese jajaja ;)

    Cristina.

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    1. Ella desde luego no va a cambiar nunca, tiene muy claro lo que quiere. Y sí, es demasiada mujer para tan poco hombre, jajaja.

      Gracias por comentar amiga ^^

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