Fanfic que recrea la juventud y el ascenso de Tywin Lannister al poder. Está basado en la saga de libros "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, por tanto ni los personajes ni los lugares me pertenecen.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Capítulo 24

JOANNA

– ¿Por qué elegiste este lugar?
– Es uno de los más concurridos del lugar, y además cercano para ambos –contestó mirándole–. ¿Por qué? ¿Os gusta?
– Si no oliera tanto a pescado…

Ambos jóvenes se echaron a reír en ese momento.

– Siempre tenéis que quejaros para así no darme la razón –inquirió Joanna.
– Habré aprendido de ti –sugirió Tywin.
– Ah, con que yo soy la culpable de todos vuestros males, ¿no es así? –Preguntó a la vez que, disimuladamente, cogía algo de arena con una de sus manos.
– Por supuesto, ni siquiera lo dudo –contestó con alarde.

Joanna no dudó en ese momento y le tiró la arena mientras reía.

– ¡Oye! –Gritó un Tywin también sonriente que, entretanto, procuraba agarrar las manos de Joanna para que no repitiera la misma acción–. Eres una maleducada.
– Os lo merecéis –decía Joanna entre risas, aunque Tywin ya había conseguido atrapar sus brazos y se encontraba completamente a su merced. Más que dos jóvenes parecían dos críos jugando en la costa del Aguasnegras.
– Maldita –murmuró el joven. Mantenía las muñecas de la joven sujetas en una de sus manos mientras que con la otra intentaba quitarse la mayor parte de la arena del pelo–. Este comportamiento no es digno de una señorita como tú.
– ¿Ah no? –Cuestionó ella, intentando escaparse de su agarre.
– No insistas, no te voy a soltar –comentó divertido.
– ¿Nunca? –Preguntó a la vez que lo miraba con aquella expresión angelical, como si fuera una niña inocente.
– Bueno… –Tywin se mantuvo en silencio mientras la observaba, como si estuviera planeando algo–, te soltaré pero solo si haces lo que yo te pida.
– Oh, ¿y qué debo hacer para “agradaros", mi señor?
– Lo primero, dejar de tirarme arena; y lo segundo, dejar de llamarme señor.

La joven abrió los ojos con sorpresa: – Dudo que pueda conseguir eso… además, es mi deber trataros así.
– Aún no soy el señor de Roca Casterly.
– Pero lo seréis.
– Tozuda, ¿tan complicado es para ti?
– Lo es.

Tywin suspiró y finalmente aflojó su agarre, dejando al fin las manos de Joanna en libertad. Ella comprobó que sus muñecas estaban algo enrojecidas, mas no le había afligido ningún daño.

– Sois fuerte –dijo casi con sorpresa.

El joven Lannister hizo un leve amago de sonrisa, aunque se le notaba pensativo y melancólico, sin apartar la vista del mar. Joanna le observó detenidamente durante un momento, fijándose sobre todo en aquella mirada que ahora parecía mezclarse con el azul del mar.

Ya era el quinto día. Desde aquel inesperado encuentro ambos acordaron encontrarse todos los días en la Puerta del Lodazal, al mediodía, justo cuando buena parte de la ciudad se encontraba allí, en el mercado de pescado. Solían conversar mientras paseaban o se sentaban en la playa como en ese mismo instante. Y así llevaban cinco días: siempre a la misma hora, siempre en el mismo lugar.

– Me gusta este lugar –dijo de repente Tywin–, aunque huela a pescado –comentó con ironía, provocando que Joanna sonriera.
– ¿Os gusta el mar?
– Es relajante –respondió el chico, girando la cara para mirarla–. ¿Y a ti, te gusta?
– Me encanta –comentó apoyando la barbilla sobre sus propias manos–. Siempre me gustó. Desde la Roca se ve espectacular.
– Oh, me sorprendes. Después de tanto tiempo aún recuerdas que Roca Casterly está en la costa.

Joanna miró de reojo a Tywin, simulando enojo: –Queréis que vuelva a llenaros el pelo de arena, ¿no es así?
– Hazlo y acabarás en el mar.
– No os atreveríais a hacer algo así.
– Por supuesto que lo haría.
– Pero yo no os lo permitiría.
– ¿Y cómo podrías impedírmelo?
– ¿Creéis que no me defendería? No sería tan dócil como para permitir que vos me arrastrarais hasta el mar.
– No lo pongo en duda, mas antes alabaste mi fuerza. Podría sujetarte hasta allí –indicó a la vez que alzaba levemente las cejas.
– Entonces vos también acabaríais mojado.
– Prefiero el agua antes que la arena.

Joanna no pudo evitar la risa en aquel momento. Se sentía a gusto con él, como si siempre hubieran estado el uno al lado del otro.

– Está bien, no os echaré arena –dijo a la vez que se ponía en pie y adecentaba su vestido–. Al menos no por hoy.
– Es todo un alivio –comentó Tywin mientras se levantaba–. ¿Mañana…? –Joanna asintió.
– Sí, aquí estaré –contestó.
– Bien –Tywin mostró una leve sonrisa e inclinó la cabeza a modo de despedida.

2 comentarios:

  1. AHHHHHHHHHHHHHHHHH ¡Yo quiero baño! jajajaja Cuanta tensión sexual por diohhhh juejeje

    Genial capi *aplaude*
    Pd: quiero massss XDD

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    1. ¡Tensión sexual no resuelta! Jajajajaja

      Muchas gracias por comentar, como siempre ;)

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